lunes, 25 de enero de 2016

Sinrostro

Lo vi con claridad: No tenía rostro.
En lugar de cara, un hoyo negro me miraba,
sin labios, ni ojos, ni boca, nada.
Me quedó claro qué era: Sinrostro.
Nombre horrendo, vista odiosa
y un hedor siempre desprendiendo
desde el mismo averno de su no-cara.

Mire un poco más hacia abajo
no tenía ahí ni cuerpo ni nada.
No tenía rostro, no tenía cara,
no tenía hombros ni tenía capa.
Se pintaba verde, café, blanco
o cualquier color que cerca hubiera.
Se paraba junto a mí
y mi gemelo parecía.
Se paró junto a ti
y ahora como tú aparece.

Sin rostro, sin cuerpo, sin corazón
sentimientos prestados,
posiciones prestadas,
modas ajenas, todas prestadas.
Nada es auténtico, nada es real.
Todo es ajeno, todo se va.
Era una copia.
Ahora el sinrostro  también se va...