martes, 23 de abril de 2013

Manifiesto

Besémonos uno al lado del otro, donde la luz no llega por estar tu brazo cubriendo mi desnudez. No dejes que el día me lleve de ti cuando quiero contigo la noche compartir, llévame de la mano, mejor, a donde tú estés, cándida y fragante, para caminar por la noche, a los rayos de la luna que desde arriba nos envidia.

Vayamos a vivir donde el sueño es realidad y no puede ser roto al amanecer como tantas veces he visto a mis realidades caer en añicos vueltas por el duro golpe del despertar... No me dejes detrás, no me dejes fuera, que afuera llueve y dentro también, no me dejes que quiero entrar a tu confort y verme calentado junto a tu fuego en tu chimenea y cerca de tu pecho. No me niegues, amor, la dulce caricia que tanto añoro ¡No me niegues, Dios, estar a su lado!

He corrido en su busca toda la vida, Señor, sin conocerla jamás y ahora que estoy frente a ella, sé que a ella misma buscaba mi corazón. Te pido que me dejes aquí estar, por mi cuenta, aún cuando me duela aquí permaneceré, pues es aquí donde debo estar y cumplir tu dulce designio como nunca se ha visto que lo cumpla antes. Ante la furia de la tormenta, he de estar siempre en pie; justo cuando caigan los rayos a la tierra, con mis brazos abiertos cantaré hacia el cielo viendo, con manos ansiosas por atar tus hilos de luz Entre más negra resulte la noche en este cielo ¡Más he de volar hacia tu luz con decisión y sin dudar, Amor!

Ante la fuerza del viento, la fuerza de mis alas; ante la furia del agua, la furia de mi coraza tantas veces fustigada, tatuada con miles de látigos de fuego; para el embate de la tierra, el embate de mis pies; para el incendio del fuego, el fuego de mi corazón que arde desde siglos y eónes incontables. Me ofrezco a la tormenta y a la paz con la misma felicidad.

Ahora que estoy en el puerto que deseo, Dios conmigo ¿Quién contra mí levantará ejércitos que no pueda vencer?

A mi costado late tu vida, mujer, preciosa como una joya que me fue entregada. Eres mi más bella esmeralda, mi rubí de sangre, mi ámbar de sol. Como estrella en mi cielo, piedra brillante, piedra preciosa, me iluminas, ya no hay tormentas de negras nubes que cieguen mis ojos. Y si caigo de ese cielo ¡En llamas caeré!

Ya no lloraré hasta el amanecer por la soledad, el desamparo, el desamor... Ya no duelen las heridas en el pecho, mis manos no sangran más los ríos de melancolía antigua.. Fue necesario y mejor así, el río es siempre un río aunque siempre se vea distinto. Son venas de oro y luz que nutren mi ser como el seno de mi madre hizo.

Ahora que estamos, como al inicio juntos, besémonos en serio, hagámoslo en verdad, de corazón y con amor, un beso que me sepa a sonrisas, a sol recién nacido, a rayos de luz de luna que se cuelan entre los nubarrones que la ocultan. Bésame con todo el amor que el universo guarda en sus eternidades, un beso más y estaré sin remedio atado a tus labios ¡Dámelo ya, sin más dilación! Que mañana se acaba el mundo y mi vida ¡Un beso más para tener de vida un día más!

domingo, 21 de abril de 2013

En la oscuridad, las confesiones nacen mejor

Hoy acepté que mi imaginación conspiraba contra mi vida, acepté por fin que mi propia imaginación me estaba volviendo loco y no hubo curación alguna, sigo torturado por visiones, pensamientos, sonidos, aromas que no me pertenecen, que no logro asir entre mis manos y que me son prohibidos.

Hoy quise hacer una tregua con mi mente: Descanso a cambio de Intento, le ofrecí. Me miró burlona y me escupió para responderme. Fabricó frente a mí aún más ilusiones siniestras, que son voluptuosas a mis ojos y que inflaman mi deseo, me mostró tu cuerpo velado, tu cuerpo tan deseado por mí, se regodeaba al verme admirando tu piel. Supo entonces mi debilidad.

No sé qué busca mi mente malvada al hacerme pasar por tales alucinaciones, no entiendo su motivo de recordarme, reiteradamente, tu imagen que me embelesa y me atormenta...

Escribo esto de noche porque en la oscuridad, las confesiones nacen mejor.

Uróboros nocturno

Ella se quedó dormida mientras intentaba seguir con la plática, le fue imposible poner atención a las palabras estando tan cansada. Él se quedó en silencio, la miraba admirado de la belleza de esa mujer que compartía su lecho en esta noche.

Tuvieron el tiempo necesario para hacerse el amor hasta saciar de caricias sus cuerpos, ya cuando el cielo se pintaba de negro y azul aún sentían ambos un último orgasmo que los perdía en las profundidades del Universo. No se soltaron hasta que el fresco de la media noche entró por su ventana.

Él sacaba humo verde por la boca y charlaba sobre la espiral ascendente de la historia del hombre y de las constantes repeticiones del mismo suceso en distintas épocas. "Es como el uróboros que se muerde su propia cola, solamente que la historia no se consume a sí misma, más bien se replica a sí misma" La charla era difícil de seguir...

martes, 16 de abril de 2013

La condena

Fue el momento en que abrí los ojos y supe que estuve soñando todo. Se esfumaron las caricias de tus dedos y las huellas de tus besos en mi piel se evaporaron; ante mis ojos tan sólo la claridad del día. Pasé mis manos por mi cabeza, me toqué la cara, aún recordaba esos besos soñados. Mi cuerpo olía a ti, mi ropa, mi cama, hasta mi alma olía a ti... Entonces fue que decidí levantarme, con la mirada melancólica, a buscar mi consuelo entre las caras vacías de afuera, entre besos inconclusos y caricias de fachada deslavada. La ruina se encaramaba a mis hombros como una joroba.

Fuiste un sueño, pude hacerte mía pero de cualquier modo te marcharías al amanecer ¿Qué pasión puede soportar tal suerte? El azar se impone al corazón, lo paraliza. En las madrugadas busco tu rostro, lo veo, lo encuentro tan cercano pero inalcanzable, como la luna llena. Quiero correr detrás de tu ilusión y perderme con tu fantasma en el bosque de frescos abetos y pinos de tu alma.

El viento calmado de la noche me habla de ti, en ocasiones tú me hablas de ti, luego olvido lo que veo, lo que escucho tan sólo por soñar contigo...

Ahora el amanecer es un cruel castigo.

Magia del Cuervo

Que nazca y vuele la magia del Cuervo
que se posa en los hombros de Dioses
 y tiene garras suaves y ojos punzantes
con plumas negras y picos amenazantes.

Que saquen a los enemigos los ojos
que los vuelvan locos con su grito
que guíen a los lobos a la masacre
y junto a ellos se sacien los apetitos completos.

Que nazca el poder del Cuervo
y pueda encontrar a los muertos errantes
y llevarlos siempre hasta su puerto
vuele sobre aguas de odio sempiterno...

Vuelan y se enteran de las nuevas
con sus miles de ojos y oídos
todo escuchan, de todo se enteran
Hablan con Dios, Él los espera.

¡Se abren las alas! ¡En el viento negro vuelan!

Amanece, ya deseas...

Se rompe la aurora, miles de pedazos de cristal flotan en la niebla matutina. Es el instante mismo en que te das cuenta de que, desde hacía mucho, te estaba dejando fuera de su vida, pasaron tiempos y no te enteraste, tampoco te dijeron.

Como cuando amanece, de pronto todo luce gris y reposado. El dulce tono del adiós y del sol que nace. Ese tono lo escuchaste, lo viste, fue parte de ti como el recuerdo de un perfume colgado en el aire saturado y en cuanto nace la estrella regidora, se dispersa como diminutas gotas de rocío en la montaña.

Ayer, quizás ayer te diste cuenta de que deseabas algo y que aún lo deseas pero no llegará, ayer te acordaste de que ya no está ahí, que ya se fue.

Al final no somos indispensables aunque me encantaría estar a su lado una vez
                                                                                                       (otra vez)

sábado, 13 de abril de 2013

Vínculos imperecederos

Después de la distancia, no nos quedó más; La misma Tierra que soporta los mismos pasos de ambos, pasos que nunca recogeré. Sigues ahí, sigo acá, tan viviente como tú, sonriendo día a día y llorando de vez en vez. Nada ha cambiado del todo, la esencia permanece a través del tiempo.

Extraña Luna viajera, a donde tus pasos larguen mis ojos os verán y con tu lengua llenarás mis palabras. Así sabré de ti entonces. Las noticias nunca paran de llegar y seguir delante. Así te veré y así me recordarás.

Después de la distancia, nos queda el recuerdo, el lazo de sangre que es imperecedero. Sigo siendo quien te abrazó en tu día primero. La misma Tierra que guía nuestros pasos puede unir caminos distantes. Pasos que nos lleven a unir nuestra esencia y despertar.
Vida es sueño, Sueño es morir, Muerte es Vida y así... La misma Tierra de nuestros pasos nos puede reunir.


martes, 9 de abril de 2013

Las últimas perlas

Sus lágrimas seguían tibias,
el corazón ya no latía.
Colgando en su interior
su cuerpo colapsó.

¡Penar, oh Belleza! Penar.

Con la punta de sus pies
quiso tocar la tierra
yaciendo debajo.

Sus manos vacías ya
guardan la eternidad,
sus manos vacías
ahora llenas están.

¡Penar, Oh Belleza! Penar.
Nunca más.

Sus últimas perlas seguían tibias,
el corazón no latía ya.
Colgando en su interior
su cuerpo colapsó
en los extraños brazos de la soledad.

¡Penar, oh Belleza! Penar.
Nunca más...

sábado, 6 de abril de 2013

Dulce pecado

Una mirada solamente, por una mirada ardiente
de esos ojos grandes, marrones y lejanos,
me revuelvo en mil pensamientos para robarles
en mis labios un beso dulce, lento, que queme...

Por un viso de tu cuerpo, por caminar palmo a palmo
las palmas de tus manos, las palmas de tus pies
y la piel de tus senos firmes y morenos.
Por un poco de luz virginal, María de Azúcar.

Por disfrutar de tu sensualidad, de tu ingenuidad,
por vivir un minuto en la eternidad de tu sexo
y en la profundidad de tu aroma de mujer.

Me pierdo en mil ensueños y planeos
para acercarme a los pliegues de tu rezo,
a la caricia de tu calor que envuelve tu paso
y me deja humeante las cenizas del deseo.

¡Hierve mi sangre por tu beso!
¡Arde mi piel por tu abrazo!
¡Ruge mi cadera por tu sexo!

Mujer de misterios velados, de negras gasas
y tules delgados, dame a beber
y calma mi sed de ti, dulce pecado...

jueves, 4 de abril de 2013

Belleza oculta tras la apariencia del día a día.

He visto ya en tres veces la esplendorosa novedad de la Primavera,
Siempre colgando la enredadera en los viejos cables, con su aroma,
con su color, con su belleza envolvente.

La rosa más bella también tiene espinas en su tallo, finas como agujas
certeros dardos de advertencia.

Vi su danza seductora, creciendo segundo a segundo, en mis ojos.
Sus formas me hipnotizaron, no podía dejar de mirar el acto.
¡Oh hermosa! ¡Oh plena! Agradezco por verte bella.

En la puerta del amanecer vi claramente que me observaste,
tus flores comenzaban a despertar también.
Claramente vi cómo se abrían para saludar al sol.

Abierta primavera, pétalo en flor, dulcísimo néctar derramas
¡Libadlo! ¡ Bebedlo! ¡Llenaros plenos!
Déjame sorber lo más dulce, de ti lo más bueno,
que en mis labios reciba el oro, os ruego...