domingo, 21 de abril de 2013

Uróboros nocturno

Ella se quedó dormida mientras intentaba seguir con la plática, le fue imposible poner atención a las palabras estando tan cansada. Él se quedó en silencio, la miraba admirado de la belleza de esa mujer que compartía su lecho en esta noche.

Tuvieron el tiempo necesario para hacerse el amor hasta saciar de caricias sus cuerpos, ya cuando el cielo se pintaba de negro y azul aún sentían ambos un último orgasmo que los perdía en las profundidades del Universo. No se soltaron hasta que el fresco de la media noche entró por su ventana.

Él sacaba humo verde por la boca y charlaba sobre la espiral ascendente de la historia del hombre y de las constantes repeticiones del mismo suceso en distintas épocas. "Es como el uróboros que se muerde su propia cola, solamente que la historia no se consume a sí misma, más bien se replica a sí misma" La charla era difícil de seguir...

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