martes, 29 de diciembre de 2015

En el Laberinto de Medusa

Prometí a alguien una historia de Medusa basada en ciertos dibujos que me compartió. No estoy seguro si lamento o no, el no cumplir tal promesa, al final creo que es imposible obligar a Medusa como personaje a crear una historia, aunque yo me obligue a escribir miles de líneas, historias, cuentos y lo que sea sobre ese personaje...


¿Cómo pretendes Medusa hacerme de piedra?
No has notado nunca la materia que me forma,
Observa mi cuerpo a contraluz y verás mi brillo
Acaricia las plumas de mis alas y siente su filo.
¿Cómo hacer piedra a la obsidiana pétrea?
Veo tus ojos bellos ardiendo en verdes destellos
Y me alejo sonriendo,
Puedo verte a los ojos.

Había pensado escribir bellas historias inspiradas por tu memoria
No obstante se me borraron los recuerdos y las imágenes formadas,
deshice yo mismo las añoranzas,
No tenía sentido acumular recuerdos de la nada.
Descombré mi corazón, mi cerebro
Y salieron tus recuerdos en bolsas negras.

Requiescat im pace, Medusa Hermosa,
Miré tus ojos queriendo petrificarme,
Soy Piedra Negra,
Oscuro Cuervo de la Noche Eterna,
De nada me sirve cortar tu cabeza, que otro Perseo se atreva.
Hasta nunca Medusa, de tu laberinto no saldrás volando,
Demasiado pesan tus estatuas de piedra.

viernes, 9 de octubre de 2015

Angustia irresoluta

Yo seguiré viviendo la angustia de perderte,
tú seguirás sufriendo la angustia de la muerte
¿Tiene entonces sentido lastimarnos hasta la eternidad?
...

Dejo abierta la pregunta inerme
quizás no es que me importe responderle,
quizás no me importó nacerle
...

¿Tiene sentido el dolor reiterado y redondo?
¿Tiene sentido abrazar a la espina punzante?
¿Tiene sentido leer el mismo capítulo, incesante?
...
...
...

Suenan sordas promesas muertas antaño
el viento sopla las hojas que caen del manzano,
bajo la tierra, siguen devorándome los gusanos.
...

¿Tiene sentido recordar el pasado, ya bueno o amargo?
¿Tiene sentido abrazar al frío recuerdo acaso?
¿Tiene sentido en volver sobre el camino andado?
...
...
...

miércoles, 27 de mayo de 2015

Verso en cuarto creciente (Silencio del espíritu II)

Hoy noté que no mentían
al decir que era la cigüeña
la que a los bebés traía.
Mientras te cuidaba
cerca del hospital volaban
blancas las plumas,
pura su alma,
día y noche volando
con los bebés en el pico llorando.
Tú llegaste desde el cielo
acarreado por una garza hermosa
con el pico enorme y dorado
y un rubí brillante en el pecho.

jueves, 21 de mayo de 2015

Silencio del espirítu I (Verso en cuarto creciente)

Tu filo me canta dulces canciones de cuna
para mi niño que duerme en la luna
mientras papá le canta notas afiladas
y mamá teje sus sueños a su lado sentada.

Silencio del espíritu de noche hablas...

viernes, 15 de mayo de 2015

Verso de insomnio: Vida triste

Entre el calor y el insomnio se consumieron mis horas nocturnas.
La luna de queso caminaba con tacones en la azotea
y sus pasos retumbaban como balas en mi cabeza.
Pensaba extrañas ideas llenas de cráneos y heridas abiertas,
mientras mis manos golpeaban la tierra.
En duermevela pase la mitad de la noche,
en vela la otra mitad, temprano ya casi dormía
y los golpes en la puerta me vinieron a despertar...
Ahora vago sin rumbo
y sin saber a dónde me dirigen los pies,
el camino no existe tal puedo ver,
si la vida es triste ¿Qué se le va a hacer?
Llantos derramados en la almohada o el camión
valen lo mismo que mil flores en un incendio,
de nada sirve ser bello en el infierno.
Horas nocturnas de diurnas cavilaciones,
cantos angelicales con voces de pesadilla
¡Sálvenme Arpías pasadas!
¡Sálvame Muerte impía!
Mi cerebro se derrite entre pensamientos viles
y el corazón cosido por las cicatrices late
cada vez más fuerte, más acompasado,
late y se niega a morir ahogado en sangre.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Verso de olvido o Verso de Sol calcinante

Aquí mis manos, allá tus ojos.
Perdido entre espinos y obsidiana
me marcho del páramo yermo.
Aquí mis palabras muertas en el viento,
cierro mis labios con hilos de acero,
no creas que tú eres la causa de mi dolor.
Allá estarás flotando en mil ensueños,
acá me sumiré en mis infiernos
y saldré arrastrando mil demonios
para dejarles que tomen el sol.
No creas que van en tu contra
no les interesa si tienes o no razón
ellos se mueren de tristeza en la desolación.
Mil velas no calientan tanto como el sol.

Aquí estoy, en mi desierto,
disfrutando el calor inhóspito
que a tantas almas ya mató;
Aquí estoy esperando a que ardan
los restos de este amor
que llegó flotando en la brisa nocturna
y al amanecer el sol lo inflamó.
Ave carroñera, de mal agüero,
tal como dijiste que soy,
espero a que todos se mueran,
celebro que se pudren bajo el sol.

Aquí detrás del muro negro que arde
con mortecino resplandor espectral
hundo una mano en mi pecho,
la herida comienza a sangrar.
Te he dejado tocar mi corazón,
lo arrancaste, lo desangraste
me dijiste que eso era amor.
Un corazón muerto ya no late
mi corazón muerto brillará como el sol
y quemará tu mano como el fuego
que una vez a mi ser envolvió.

Adiós Viridiana, nunca vuelvas...

viernes, 24 de abril de 2015

Anónimo enamorado

¿Qué dirías si me enamoro de tu anonimato?
Si la falta de rostro me iluminara el alma
e inflamara de mi corazón las brasas apagadas
¿Sería extraño o me dirías "gracias"?

Te imagino quizás con los ojos más chicos,
los labios más gruesos y el pelo castaño,
no sé si sea tu rostro o estoy equivocado.
A veces el corazón no necesita retratos
le basta una idea para quedar enamorado.

Como asceta, expongo mi pecho desnudo
al castigo que tu desdén en mí ocasiona,
amo tus desplantes y azotes brutos
si con eso el amor por mí te brota.
¿Qué dirías si confesara que te recuerdo
cada día, cada hora, sin tener seguro
el contorno de tu rostro en juego con tu cuerpo?

Si dijera que te recuerdo como nunca
pude quizás recordarte, con tanta pasión
que no dice simplemente adiós y olvida,
con tanto fuego que inflama la vida,
pero a la distancia su fuego no quema
¡Acércate a la hoguera y arde corazón!
¡Acompáñame en la danza postrera!
Mi insomnio lleva tu nombre tatuado,
con tinta fina como lluvia en parabrisas
con viento soplando adentro del pecho.

jueves, 9 de abril de 2015

Me voy a donde los lagartos canten

Corta mis venas y arterias,
mira qué lindo luce la sangre en el acero,
qué bella del cuerpo sale,
cómo se coagula y cómo arde.
Un corte ligero con la navaja
luego uno más profundo
hasta que la vida se te acabe.
No es delito suicidarse.
Es la puerta que está escondida
y que nadie quiere que tome
pero ya estoy deshecho y roto
no me importa si tengo hambre.
Me muero en vida y es degradante
vivir siendo un esclavo
de algo enajenante.
Suicidio, suicidio, suicidarme.
Acabar ya con las tormentas
y en la tierra refugiarme,
acabar con su farsa hipnotizante
para que luego digan
"¿Por qué no fui capaz de ayudarte?"
Egoístas de mierda que observan
y esperan que mi corazón sangre.
Ahora brota sangre espesa
de heridas que acabo de regalarme,
me han roto en mil pedazos
mi sangre fluyendo puede salvarme.
Estoy harto y ya lo saben
da lo mismo hablar o callarme.
Adiós pues, amigos ciertos y cercanos
adiós a todos, me odien o me amen,
adiós a los que no me conocieron
adiós a los que estarán esperándome.
Me marcho de este su mundo agobiante
me marcho, no quiero quedarme
sentado en una celda asfixiante...
Me voy a donde los lagartos canten.

martes, 24 de marzo de 2015

sábado, 14 de marzo de 2015

El exilio

¿Cuál fue su error? No encontraba respuesta en su repaso de ideas e impresiones de lo ocurrido ¿Cómo terminó exiliado? Una noche, semanas atrás, irrumpió en su hogar un operativo que buscaba rebeldes, de esos revolucionarios del nuevo siglo que eran más palabras que huevos bien fajados. Lo detuvieron, él ni siquiera apoyaba esa causa, creía que el statu quo logrado era el adecuado, incluso había votado por el candidato oficial. Nada podría pasarle, todo era algo normal dado el clima difícil del país: Triste ingenuidad, comprobó día tras día que eso no era normal, en audiencias inapelables ante jueces irracionales que recalcaban el tremendo daño hecho a la sociedad sin decir cuál era ese daño ni qué lo había causado, en meses sin tener noticias de su proceso, sin ser llamado a ampliar declaración; notó que todo iría tan sólo empeorando cuando el veredicto final fue pronunciado, la pésima defensa que aceptó como irrefutables las más sosas e incoherentes pruebas no hizo diferencia alguna ni para bien ni para mal.

En el trayecto hacia las montañas, iba en silencio, no lloró o mostró tristeza alguna, era como si ya nada lo sorprendiera, se le había caído su fe en el sistema que toda su vida consideró justo, corrupto pero adecuado para todos, se dio cuenta que la cárcel era el menor de los males para un nacionalista, hasta ese momento el exilio era nada más una palabra asequible que dibujaba un cuadro definido de algo indefinido. No llevaba ya las esposas gruesas, ya ni lo consideraban peligroso, podía huir y no hacía falta buscarle, él ya no existía, la marca hecha con el hierro candente atravesando su rostro lo delataba y todos se alejarían, le negarían comida o bebida, alojamiento, le podrían matar a palos y nadie lo evitaría ni se molestaría por ello. Ese era el cuadro definido.

Durante largas noches se imaginó que ser exiliado era equivalente a ser totalmente libre, sin preocuparte de nada, ni de trabajar siquiera pues siempre se podría encontrar algo qué comer mientras se vagaba de pueblo en pueblo. Nunca pensó en los sentimientos de melancolía que le invadían, anegándolo desde los pies hasta la punta de los cabellos ¿Melancolía de qué o por qué? Su ilusión de perfección depositada en el sistema se le vino abajo cuando sintió el aroma del hierro acariciando su rostro, no podía decir aún que amaba a esa patria que lo acogió desde su nacimiento.

Seguía repasando mentalmente el cuadro definido del exilio, intentando recordar a alguno que hubiera regresado de tal castigo, repasó una y otra vez la lista de conocidos exiliados, de desconocidos exiliados, ninguno volvió nunca pero no le había interesado saber qué motivos tendrían para no dejarse ver ni en las cercanías. Muchos de ellos eran asesinos confesos, algunos atrapados en plena masacre, en realidad no tendrían problema alguno en echar mano a quien se atreviera a levantar siquiera un dedo en su contra, tampoco tendrían reparo en robar lo necesario para su sustento; se le ocurrió que aquellas otras personas debían haber establecido una comuna o bien, caminado hasta llegar a otra zona donde nadie lo reconociera y comenzar su vida de nuevo; de un empujón lo bajaron de la carroza con todo y sus muy profundas cabilaciones, el par de guardias con notorio nerviosismo le explicaron que no podía pasar la línea marcada por las hogueras y antes de que pudiera preguntarles más, lo abandonaron.

La luz del día comenzaba a disminuir rápidamente, los árboles se veían extrañamente tenebrosos, quizás por el color que el ocaso imprimía a toda la zona, desde donde estaba alcanzaba a ver el pico nevado de las montañas que se levantaban frente a él, tan cercanas que casi las podía escuchar crujir cada vez más y más fuerte hasta que se dio cuenta de que no eran las montañas sino un par de conejos que se acercaban a él desde las montañas. Esas ternuras de animales peludos le veían con atención, moviendo tímidamente sus bigotes, luego fueron tres, cuatro, diez. Le sorprendió que se mostrarán tan audaces como para no alejarse cuando él se movía para atizar la hoguera o para echar más leña al fuego; la noche ahora se erguía por encima de las blancas montañas, dejando que brillara una luna en medio creciente hermosa, con una luz tan potente que alcanzaba a ver varios metros alrededor.

Cerca de la media noche comenzó a sentir hambre mas no se movió ni un centímetro, con tremendo nerviosismo notó que los conejos se acercaban más a cada minuto, algunos incluso se acurrucaban cerca de la hoguera. El sueño lo fue invadiendo a pesar de sus esfuerzos para mantenerse despierto rodeado de una camada cada vez más grande de conejos que chillaban y se lanzaban dentelladas fúricas unos a otros.

Pestañeó y un alboroto muy grande lo regresó del ensueño a la realidad para descubrirse totalmente rodeado de esas bolas peludas con ojos rojos y miradas diabólicas que de cerca parecían incluso más aterradoras que al principio. Con la vara que usaba como atizador asustó a algunos cuantos, blandiéndola como una espada en todos sentidos, logrando alcanzar a un atrevido que salió volando emitiendo un chillido tan agudo que lo hizo estremecer. Nunca había escuchado nada igual.

En el pueblo nadie comía carne de conejo a pesar de que abundaban tales animales en los bosques cercanos, nunca se preguntó el motivo pues no era cosa que en realidad le interesara antes, esta vez quiso encontrar la respuesta en medio de la noche, totalmente acorralado con la espalda hacia la hoguera intentando alejar a ese mar de dientes afilados que arremetieron en su contra con total desfachatez. Logró patear a varios, otros en su locura cayeron directo al fuego y salían hechos una ardiente bola de conejo a medio asar. Sus ojos no podían creer lo que vio a continuación: Esos animales eran devorados por sus congéneres en un festín de sangre y horribles gritos agudos. La primer mordida la recibió en la pantorrilla derecha, un animal se había prendido a su carne y a pesar de los palazos no se soltó, el segundo ataque fue a su tobillo y uno más mordió su zapato izquierdo logrando perforar el cuero y llegar hasta los dedos; con toda la desesperación y fuerza que tenía gritó pidiendo ayuda, se revolcó intentando aplastar a sus atacantes sólo para levantarse cubierto de esos animales que siempre pensó herbívoros.

En un descuido cayó con medio cuerpo sobre la hoguera y las flamas devoraron sus ropajes y quemaron parte de su piel y cabello, al menos se libró de los dientes que lo aprisionaban por un mísero segundo y al siguiente momento otra avalancha de pelo y dientes estaba en sus piernas y en su abdomen. Debilitado por la batalla y la pérdida de sangre, tomó un leño encendido para defenderse, poco le importó quemarse la mano. Atinó a unos pocos que salieron volando entre chispas para perderse en la oscuridad pero por cada uno de esos animales que alejó, llegaban cinco más. Se abalanzaron sobre él y quedó cubierto de pies a cabeza, parecía un enorme tapete de piel de conejo que se movía, chillaba y gritaba horrores...


El día 31 de mayo de 1613 fue condenado al exilio Roberto Pereida por crímenes contra la patria, traición, sedición y asociación delictuosa, con ejecutoria el 2 de junio del mismo año.

Bestia verde, negra, pestilente

De mis entrañas nació muerto el quiste canceroso que albergaba, mi sangre es tan amarga que mató al cáncer mismo que años antes me carcomía. Me han dicho los doctores que la sangre amarga terminará por matarme, habrá de corroer mis venas y arterias, licuará mis órganos como ácido latiendo en mi interior; soy una bomba ácida de tiempo y no sé ni siquiera cuánto tiempo me queda antes de volverme una masa sanguinolenta, pestilente y amargada que se desparrama por el suelo burbujeando. No tiene sentido este estado médico, me hicieron mil preguntas y analizaron mil veces mi sangre, soy la bilis más negra, el más amargo veneno, beber mi sangre seguro amargaría de por vida a esa boca tonta e insensata, maté a la muerte con mi verde veneno. Me siento todopoderoso al saber que vencí una vez a la muerte, aunque deba morir después en el contragolpe. al menos consta que la primera batalla la he arrebatado de sus manos, no sé lo que voy a hacer ahora, miles de ideas me nacen, brotan ¡Soy inmune! ¡Soy Dios! Dicen que estoy loco pero ahora me niego a compartir mi espacio vital con los simples mortales, con una gota de mi sangre cierro sus labios necios para siempre, soy un monstruo horrible que se alimenta de tu carne, que satisface su sed con tu sangre dulce que causa agonía y llanto en mis labios. Sello sus ojos con un beso y entre sollozos los dejo desaparecer. Soy cruel, soy hipocresía, soy espanto, soy muerte dadivosa que entrega todo a los que nunca han pedido algo. Corren de mi lado, corren a mi espalda, al frente, arriba y abajo; temen a mi vista, a mi sombra, incluso a mi retrato. Ya no importa, vendrán por mí en un rato. Se librarán pronto de esta joda, ninguno se sienta ofendido ahora, es coincidencia que a ustedes les toca. Un poco de muerte sin sentido, de vez en cuando a todos se nos antoja. No entiendo por qué lloran...

viernes, 13 de marzo de 2015

Mi depresión es divina, sagrada

No sé cuál es el motivo de mi depresión
ni psicólogos ni psiquiatras
ni pastillas ni terapias,
de eso nada funciona para sentirme mejor.

No sé desde cuándo estoy así,
mis recuerdos me llevan a cuando nací,
pero me dijeron en terapia
que eso es una ilusión que yo construí.

Y si es ilusión como me dicen
¿Por qué la sangre es tan roja y tibia?
¿Por qué la herida es tan real?
¿Por qué trémula la carne palpita sin cesar?

No sé cuál es la raíz de mi tristeza,
ni psicólogos ni psiquiatras
logran ayudarme un poco
con sus pastillas y terapias.

Pero me reconforta la soledad,
me llena de un vacío enorme
donde puedo estar solo y a solas
perdido entre mis eternas olas.

Me reconforta el llanto sin motivo,
aunque será que sí tengo razón
pero perdida, enterrada en el corazón,
para llorar por tantos que mueren
y nadie derrama una lágrima en su honor.

Me llena la soledad de una fuerza infinita
que me lleva a volar encima de la vida
alejándome del dolor de existir
siendo olvido continuo y continuado.
¡Dejadme entonces loqueros!
Dejadme en paz con mis revuelos
no pretendáis arreglar lo que no entendéis
si vos mismos decís que es ilusión
¡Ilusoria su solución será!
y mi tristeza, impoluta, sigue y sigue
ayudándome a andar.

¡Dejadme sin pastillas en la oscuridad!
Prefiero curarme con piedras
que son más reales y pesadas,
que pueden ser con fuego calentadas.

¡No me toquen más!
Respeten mi alejamiento
respeten mi deseo de muerte
¡Mi depresión es sagrada!
¡NO LA TOQUEN NUNCA MÁS!

miércoles, 11 de marzo de 2015

Sombras densas, rojas

Sombras densas, flojas, rojas, todo se llena de sombras.
Se pierden mis dedos, el espacio se abomba.
El humo flota, abajo los cuerpos se agolpan.
Mi mente se relaja, mi cuerpo es materia sosa.
Sombras que ahuecan la antigua roca.
Me llamo a gritos, el viento no me reclama,
el sonido se aprieta y estalla en el techo, se comba.
El eco aquí dentro es absorbente... es absorbente... sorbente...
Me busco y voceo insistente, el eco responde
pero no sé si está enojado o indiferente... diferente... erente...
Me recuesto en la mitad de la sombra roja,
donde el techo más se curva las estrellas brillan.

jueves, 5 de marzo de 2015

Ofrenda

Ofrendo mi cuerpo a ti, Amor.
Hazme arder en tu fuego eterno,
mi pecho a ti lo dejo expuesto
te pido arranques mi corazón.

No perdamos precioso tiempo
para estar juntos en un beso
que la distancia entre los labios
se vuelve amarga y el beso rancio.


sábado, 28 de febrero de 2015

Noches desveladas

Será que mi locura es tan larga
como la medianoche que dura
un segundo, un pestañeo itinerante
que se marcha después de aislarme.
Será que mi mente se sacude
como mosca atrapada en miel,
mortal ámbar de oro y azúcar
que marchita mis alas traslúcidas.

Será que mi demencia ganó
y el violín que suena eterno
es el retruécano de la rueca
que arranca mis intestinos
y al final un hueco me deja.
Será que estoy condenado
o quizás ya fui ejecutado,
en un juicio parcial
en un abierto descampado.

Será que mi locura es más larga
que la noche adusta y oscura,
será que mis demonios se nutren
en la sombra que deja la luna.
Será entonces el ruido del violín,
ese que suena redondo, eterno
y sin descanso cada que cierro los ojos
dejando los párpados abiertos.

¡Ah, Noche Insomne!
Tú lo sabes y no respondes,
tú bien reconoces una cuerda
tan larga como la noche oscura
que se enreda en los dedos,
que me vuelve loco
que gira y gira y gira
y el violín llora y llora y llora
y la locura crece sin remedio,
a mis ojos una lágrima asoma
suena una campanada ronca,
el martirio rueda, se despeña,
la tortura vuela, en el aire se quema.

Será entonces mi locura
tan larga como noche oscura
eterno insomnio que duele,
que gira y llora demencia
cada que cierro los ojos
dejando el alma expuesta.

lunes, 9 de febrero de 2015

Amor flamígero

Estoy besando las llamas de tu amor
déjame mientras sigo ardiendo.
Porque este efímero momento
nunca volverá a vivirse en mi corazón.
En incendios y vorágines de pasión
que se consuma entero mi cuerpo
crepitando, encendido leño.
Cenizas vuelto iré volando al viento
y ya no podré regresar jamás.
Déjame pues con plenitud disfrutar
mi entrega a tu flamígero beso
para arder, marcharme y no regresar.

sábado, 7 de febrero de 2015

Soneto pasado

Ayer te vi, reprimí mis ganas de saludarte,
se notaba que te ibas, distraída como siempre
sumida en mil pensamientos lejos de este presente.
Juraste marcharte y hoy lo haces patente.

Seguí tomando mi café acostumbrado,
desde el invierno aquél que vi tu peinado
como siempre desde lejos cuando vas pasando,
saludando en silencio con una sonrisa y un abrazo.

Más amargo saben el café y el tabaco
cuando me dejo el cariño guardado
porque con lágrimas se va mezclando.

A tu sombra di un beso, un te amo,
ella me vio con dulzura complaciente.
Sabes que te extraño, mujer ausente...

miércoles, 28 de enero de 2015

Diálogo en la espesura

No se ajusta la medida al gusto,
la lengua no es un varano
que vive en desiertos arenosos
¿Acaso tienes lengua de esponja
  esfinge que finge ser sorda?

Me observas, me mides, mesuras...
¡Fúndete en la espesura!
Te reto, te tallo, araño con locura.

Late en mis dedos la sangre,
el universo se revela inconmesurable,
algo en tus ojos me anuncia desgracia
que dice que huya hacia la acacia.
Vuelan selva, duna y pradera
al aullar del calor que abrasa la tierra.

jueves, 22 de enero de 2015

Solo eso me faltaba

A veces soy letras, a veces cuervo
hay días que despierto como cerdo.
En ocasiones humano si me acuerdo,
es difícil estar loco y cuerdo a un tiempo.

Amanecen los días y no hay sueños
que recuerde y que me parezcan eternos.
Se acabaron las nubes que arrullaban
mis noches tibias con sus embelesos.
¡Oh profundo sollozo infinito!
Salerosa sonrisa, cara sonrosada
comprende que me vuelvo loco
y que en ocasiones me vuelvo nada.

Abro los ojos al nuevo desvelo
y la melancolía me desnuda el alma,
abro entonces el pecho ardiente
y sale del encierro un recuerdo
de alguien que antes me amaba
e imita a otros que antes volaron
y antes, antes no me importaba.

Desciendo al profundo pozo
con fondo de piedra y argamasa,
me pierdo en la húmeda negrura
hasta que la luna me ve y baja.
Su luz azul y fría me envuelve
como el lodo viscoso y pestilente,
con blancos destellos me abraza.
Aquí abajo el aire está caliente,
se escuchan todos, nadie dice nada.
Me duelen profundo esas palabras.
Veo en el reflejo del agua estancada
mi rostro nuevo que parece de rana,
ojos grandes, hocico plano y feo
la piel babosa brilla lustrosa,
hoy me convertí en anfibio,
de verdad, sólo eso me faltaba.

No hay suceso o noticia más triste
que ser primero un bello cuervo
y terminar siendo a sus ojos
tan detestable como una rana
que se arrastra, que croa y no grazna,
que brinca de charca en charca
y se llena de la inmundicia diaria.
¡No me veas bella luna bien amada!
¡No me veas sol ardiente y renovado!
déjenme esconderme un poco,
por favor, váyanse a la chingada...
Solo eso me faltaba.

Cuando el verso está en peñaranda

Hola felicidad
¿Me sientes?

Hola oscuridad
¿Me ves?

Hola tristeza
¿Me hueles?

Hola odio
¿Me oyes?

Hola tú
¿Lo entiendes?

martes, 20 de enero de 2015

Se me acaba la poesía

Se me está acabando la poesía
el latido de mi corazón ya no rima,
mis manos ya no sueñan despiertas
y mis ojos poco a poco se cierran.

Se me acabaron los versos
se me acaba la dulce palabra escrita,
lloran las hojas ríos de tinta
suspirando cantan Tristitia.

¿Qué puede hacer un poeta
cuando su vida ya no rima?
El suicidio literario ayuda
pero no renace la poesía.

¿A dónde se marchó pues
el verso elegante y perfumado?
¿Qué se podrá ahora hacer
si no tengo buenas letras a mi lado?

Métricas largas, cortas, rotas
que no dan ritmo, no inspiran
cadencias románticas
a veces melancólicas.

Se me está acabando la poesía
¡Oh desgraciada vida mía!
Soy poeta en bancarrota
cuando apenas despunta el día.

lunes, 19 de enero de 2015

Te pienso

Te pienso y mis dedos se apenan,
disléxicos apenas unas sílabas
correctas sobre el papel dejan.
Te pienso y mis neuronas se apendejan.

No sé si toda la noche te sueño
pero al amanecer la cosa muta
y mi pensamiento se inmuta
con tu imagen sonriente.

Sólo eso hay en mi mente
tan común y corriente
pero especial por ser vos
de quien me pregunto insistente
hasta crear un deja-vú para verte
a mi lado hermosa, radiante, sonriente.

Te pienso y mis dedos se apenan,
tartamudea mi lengua y trastea;
te pienso y mis neuronas se apendejan
¡Qué gusto que mis tonteras te diviertan!

jueves, 15 de enero de 2015

Disfruta que ningún momento es eterno

¿Para qué lloras ojo necio
si de todos modos sale el sol?
Se nubla tu vista por la sal
pero no dejas que se seque al viento.

¿Ya para qué gimes labio muerto?
Nadie escucha a los que vivieron,
sonríe, ama, habla ahora que es momento
simplemente sé feliz labio terco.

¿Escuchas eso que suena a lo lejos?
Es solamente tu mismo sonido y eco

Seca el río de melancolía que derramas
desde tus ojos, dulce mirada amada.
Deja que la sal se seque al viento
mientras aún haya buen tiempo.
Disfruta que sea ahora día soleado.

Deja que vibre el músculo dentro
y que infunda amor con su movimiento.
Disfruta tú que no seas eternidad
y que yo no sea siempre momento.

Ahora verás el horizonte que espera,
perdido en tu vista, perdido en la mía.
Ahora sabrás que el infinito termina
ahí justo donde la finitud inicia.
Anda y ve, danza de una vez,
anda y ve, renace otra vez.
En el vientre eterno se gesta
la sangre renovada y fresca.

Canto de agradecimiento

Gracias Sol que alumbras por la luz,
gracias a la Tierra dura
que abro con mis dedos.
Gracias por la fuerza ruda
que le otorgan a mi cuerpo.
Que mis manos crezcan
con nudos como robles
y mis rodillas enormes.
Gracias a tu madera
árbol caído, tengo asiento
y tú no tienes olvido.

Cortar raíces es difícil
pero es necesario.

Gracias Vida por tu aliento,
me despiertas la luz de adentro
y mis hombros gigantes
se yerguen triunfantes.
Fuerza bruta contenida.
Sangre de Toro, dinamita.
Manos bellas, destructivas
fuertes y anchas garras
que cortan y sostienen a la presa,
mis uñas negras de tierra,
removiendo en el suelo
para arrancar de tajo
con un golpe directo y seco
el retoño de ese yerbajo.

Cortar raíces es difícil
pero ahora es necesario.
El día avanza, la luz va bajando
falta aún la otra parte del trabajo,
recortar pero no solo abajo.

Gracias Sol que caes y mueres,
que en el océano te sumerges.
Gracias por darme la fuerza
que me quita lo inerme.

martes, 13 de enero de 2015

Me quieres, no me quieres

Pensé en decirte que te quiero pero lo dudé,
el silencio mis labios nunca rompieron
ni en un murmullo tu nombre pronuncié
para declarar algo que es ya texto muerto.

Decir mil veces lo mil veces ignorado,
me niegas la respuesta veraz y directa
respondes sonriente, con el quizás aplazando
el tiro certero que atine en el blanco.

Me quieres, no me quieres, estoy preguntando
¡Mírame, no me ignores cuando te hablo!
No seas tan cruel, comprende mi reclamo
y por una vez respóndeme de tajo...
Me quieres, no me quieres, yo estoy enamorado.

martes, 6 de enero de 2015

Muy breve historia de un adolescente enamorado

Platicaban dos jóvenes amigos en un parque acerca del amor en los tiempos que vivían:

Si ella leyera mi mente y supiera lo que siento,
si se diera cuenta del amor que en mi pecho tengo
¡Ah! pero ni siquiera, ignora todo lo que digo y hago.
Amigo, ella es cruel, mala y altiva ciento por ciento.
Ahora ella pide un novio guapo, rico y con carro
yo soy sólo un puberto jodido, estudiante no becado
¿Cómo puede competir mi seso contra lo deseado?
Si por un mínimo segundo la tuviera en mi pecho,
recostada como la he visto con esos afortunados
hijos consentidos y malcriados de padres millonarios.

¡No digas tonterías, Armando!
Ella ni en sueños se fijaría en ti o en mí, hermano,
sólo existimos cuando de nosotros necesita algo
igual que tus amigos ojetes de sexto grado.
¡Deja ya de lloriquear por algo tan vano!
Aprende que hay mujeres que solo aman
cuando pueden verte la cartera llena de varo.

El silencio entre ambos se hubo instalado,
nada más dijeron ni Francisco ni Armando.
Frente a ellos altiva pasaba Monserrat
viendo a ambos hermanos acongojados,
sabiéndose deseada por los paupérrimos
corazones adolescentes de ella enamorados.

domingo, 4 de enero de 2015

Texto canábico: Raga India

Sol de media tarde: mis manos se hielan.
La estilizada figura del faisán volando,
¡Sol de media tarde!

Las palabras se desvanecen en el fulgor
de la luz amarilla, pesada.
El viento de algún norte desprevenido
llega a las salas de la antenoche.

¡Sol de media tarde!

Canto de pájaros, aves de colores.
Tornasol en mi sentido, oigo sus tonos.
Como la música dentro del agua,
me llega tu voz apelmasada,
tus palabras flotan como cáscaras en el río.

Danza el sonido de la voz en mis ojos,
levanta sus piernas letradas
y pícaros ojos de tinta se cuelan a mi frente,
me besa con un chasquido de la diéresis.

El sol de media tarde vuela a mi casa
llena mis ventanas de él y también abre puertas,
se escucha su llanto cósmico dentro de mí,
y de pronto llega el silencio...