Te pienso y mis dedos se apenan,
disléxicos apenas unas sílabas
correctas sobre el papel dejan.
Te pienso y mis neuronas se apendejan.
No sé si toda la noche te sueño
pero al amanecer la cosa muta
y mi pensamiento se inmuta
con tu imagen sonriente.
Sólo eso hay en mi mente
tan común y corriente
pero especial por ser vos
de quien me pregunto insistente
hasta crear un deja-vú para verte
a mi lado hermosa, radiante, sonriente.
Te pienso y mis dedos se apenan,
tartamudea mi lengua y trastea;
te pienso y mis neuronas se apendejan
¡Qué gusto que mis tonteras te diviertan!
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