jueves, 29 de septiembre de 2011

Hipnosis autodestructiva, regenerante y sin final.

Los párpados te pesan... Los párpados te pesan... Sientes que no los puedes levantar.
Los párpados te pesan... Los párpados te pesan... No los puedes levantar.
Los párpados te pesan... Los párpados te pesan... No los puedes levantar.

Los brazos te pesan... Los brazos te pesan... No los puedes levantar.
Los brazos te pesan... Los brazos te pesan... No los puedes levantar.
Los brazos te pesan... Los brazos te pesan... No los puedes levantar.

Los dientes te muerden... Los dientes te muerden... No lo puedes evitar.
Los dientes te muerden... Los dientes te muerden... No lo puedes evitar.
Los dientes te muerden... Los dientes te muerden... No lo puedes evitar.

Tu estómago te digiere... Tu estómago te digiere... No te puedes vomitar.
Tu estómago te digiere... Tu estómago te digiere... No te puedes vomitar.
Tu estómago te digiere... Tu estómago te digiere... No te puedes vomitar.

Tu intestino te defeca... Tu intestino te defeca... No lo puedes evitar.
Tu intestino te defeca... Tu intestino te defeca... No lo puedes evitar.
Tu intestino te defeca... Tu intestino te defeca... No lo puedes evitar.

Tu excremento te fermenta... Tu excremento te fermenta... No lo quieres parar.
Tu excremento te fermenta... Tu excremento te fermenta... No lo quieres parar.
Tu excremento te fermenta... Tu excremento te fermenta... No lo quieres parar.

Tus hongos te paren... Tus hongos te paren... No te puedes negar.
Tus hongos te paren... Tus hongos te paren... No te puedes negar.
Tus hongos te paren... Tus hongos te paren... No te puedes negar.

Tu cuerpo crece... Tu cuerpo crece... No te puedes detener.
Tu cuerpo crece... Tu cuerpo crece... No te puedes detener.
Tu cuerpo crece... Tu cuerpo crece... No te puedes detener.

Los párpados te pesan...

Ubicación

¿Dónde está el tiempo antiguo? ¿A dónde se fue a vagar?
Marcha que termina, camino sin principio ni final
¿Dónde andas ahora que te quiero alcanzar?

La cuestión eterna sin respuesta, tal vez respondida estás.
Los cables me electrifican los dedos, hacen cosquillas.

El polvo me parte la garganta, no puedo respirar.

Tiempo eterno, Tiempo antiguo, Tiempo sin final
¿Dónde te fuiste cuando decidí buscarte?
¿Por qué no te dejas alcanzar?

Como si convertirme en animal fuese tan fácil...

Luna de Otoño

Hoy fue un día cansado. Me duele la espalda y la cabeza, el baño sólo removió la pesadez del polvo y el humo en mi piel acumulados. Ese era su objetivo, nada más.

El día me ha cansado. La alegría de saber que pronto terminará la semana se retrasó, tal vez el camión no ha pasado por ella.

Las ideas dan vuelta en mi cabeza, como suele suceder en cercanas fechas. Octubre es un mes difícil para mí, entre más se acerca la más bella luna llena.

Algo a lo que no puedo retornar, a lo que renuncié hace tiempo, no mucho como verás. Algo que se niega a volver, que me niego a retomar. Pero que lo veo reflejo en la primera luna otoñal... Alguien a quien no puedo olvidar.

Hoy me llegó el aviso, pronto me tocará llorar como el cielo. Las cuerdas se comienzan a agitar y su temblor es sonido suave que arrulla a la luna. Alguien que no logro olvidar, mi luna otoñal. Es difícil moverme con la espalda molida, con los pies cansados, con los brazos adormecidos y los labios partidos.

El día me ha cansado...

viernes, 23 de septiembre de 2011

No logro, no comprendo, no sé.

No reconozco, no conozco, no entiendo.

No sé, no no.

No estás...

martes, 13 de septiembre de 2011

El Dorado

¿Dónde perdimos, hermanos, el camino a El Dorado?

Nuestra ambición ha cegado a los caballos, a los cocuyos, a los diablos.
Fuimos incapaces de seguir el mapa tallado en la piedra del camino.

Simplemente perdimos el camino, hermanos.
Entre las hojas de esta selva escucho a miles de pájaros que se burlan, risas hirientes como las puntas de obsidiana de las tribus mexicas. ¿Los escuchan también?

No me digan que estoy loco, los oigo a todos. Los monos también se burlan, los guacamayos, los alacranes que me hostigan con su veneno... ¡Todos se desternillan en burlas!

¡No estoy loco! Los locos son ustedes, están sordos, estúpidos. Los indios los han embrujado de seguro.

Todos se burlan de mí...

sábado, 10 de septiembre de 2011

El niño está llorando, mujer.

El niño está llorando, mujer. Yo lo atiendo...

El niño está llorando, mujer, yo lo atiendo...

El niño está llorando, mujer; yo lo atiendo...

El niño está llorando, mujer: Yo lo atiendo...

El niño está llorando, mujer, yo lo entiendo...

El niño está llorando, mujer, yo no entiendo...

El niño está llorando, mujer, ya no entiendo...

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Soneto: Medicina para la amargura.

Me da risa la gente que se dice madura
y confunden madurez con amargura.
No se trata de ser infantil en la vida
hay que volver a la inocencia perdida.

Yo no gusto del destino que ellos me pintan,
está lleno de tristeza, estrés y cosas que apuran.
Es un camino de negra soledad y muerte
y quiero vivir, vivir eternamente.

Sigo creciendo en mi física envoltura
no puedo evitar lo que el tiempo dicta.
Disfruto cambiar de piel sin premura.

Pero me niego a desechar esa laguna
de agua clara e inocente
que mi corazón de niño alegre inunda.

"Sentado en una Banca" Prosa en tres actos.

Pensé en escribir sobre el agua. Las letras se ahogaban. Algunas se extendían, otras se dispersaban. Pensé en escribir sobre arena; las palabras se borraban con el viento, no se quedaban quietas. Pensé en escribir sobre tela: Tantas cosquillas le causaba que no me dejaba terminar nada. Pensé en escribir sobre papel, pero los árboles lloraban. Pensé en escribir en mi mente y los pensamientos todos volaban. Pensé en escribir en mi corazón pero sólo sangraba.

Entonces dormí y en mis sueños todas las letras, todas en palabras formadas ahí estaban.



Aquí el aire está caliente, como desde un horno ardiendo sopla. Es el suelo lo que lo calienta y causa el bochorno. Allá a lo lejos, el cielo se encapota como nocturno caballero.
Aquí la sombra se retrae hacia las nubes. Allá desde las nubes baja.

Aquí está la pluma. Allá está el alma...



El viento juega a pasar entre las palmas. Una brisa de último verano y primer otoño nos abrasa. ¡Oh gentil desierto de tierra blanca! Entre tus sombras la ancestral pisada de un ciervo color plata.
Voy andando eras con mis piernas cansadas, el temor se convirtió en miedo y lloré lunas pasadas. Vomito el dolor, el miedo, la irritación del alma; en un torbellino negro y rojo encuentro a la vieja serpiente cara a cara. Danzo su andar, ando su danza, canto con su lengua, río con el agua.
Me vuelvo en mis pies, detengo el tiempo y lo guardo en mi cajita de plata.
Regreso a la tierra blanca, a la sombra, a un lado de la sagrada biznaga. Escucho el cascabel de mi hermana que me llama. Vuela en el cielo el águila blanca.
Nunca pensé que así todo acabara...

¿Qué hay en la mente?

¿Qué hay en la mente?
Dime primero dónde está la mente
¿Encerrada en el cerebro, dando lata de vez en cuando?
No, la mente está en todos lados.

Dentro de ella ¿tenemos algo?
Pensamiento, ideas, razones, todo eso es prestado.
No guarda nada: El cerebro es el encargado.
Dentro tiene nada, ni polvo acumulado.

Entonces ¿Por qué es tan poderosa?
Porque a eso la hemos acostumbrado.
A pensar, a estimar, a medir,
a juzgar... Está jugando.

Te confunde con su ruido, cállala...
Se está callando.
No digas tonterías o seguirá hablando.

Seamos inteligentes y dejémosla así
con su vacío, que es silencio sagrado.

¿Qué hay en la mente?
En realidad nada, pero nosotros la hemos saturado.

Cuento lento con moraleja dispareja

Los siete caminos del alma:

Paso a paso, detrás del bastón hecho de palo, camina el viejo de pies pesados. Sus manos parecen nudos con raíces de árbol.

Desde mi asiento de tierra al costado del sendero, le veo acercarse lento, despacio. Desespero, tarda tanto en recorrer tan pocos metros.

Frente a mí lo veo, está pasando sin prisa. Creo que está ciego, no me ha mirado y sigue de largo. Es un viejo extraño, al verlo mis pelos se han erizado.

Sigue en el sendero largo y soleado, su vista al suelo parece que busca algo.

Me levanto en seco y le hablo al abuelo encorvado. No sé si me ignora o no me ha escuchado. A hablarle vuelvo, ahora sí le he gritado. Se para el viejo voltea y sigue caminando. Despacio se sigue alejando.


Lo sigo, es sorprendente que tan atrás me ha dejado, paso a paso; yo corro, él ni siquiera se ha apurado. Sigo y sigue, hacia el bosque cuadrado ha enfilado. Corro, corro, no lo alcanzo.

Entro al bosque, los caminos son varios; sigo al viejo y voy sudando. Él sin prisa sigue andando. Por correr en el bosque tropiezo, pierdo de vista al anciano. ¡Me llevan los diablos! Ahora camino con más cuidado, creo que estoy perdido, no sé para dónde ha marchado. En el cruce de cinco caminos he quedado.

Busco, veo el suelo ¿Las huellas se han borrado? Me hinco, soplo la tierra, no hay rastro. Al alzarme, el abuelo me está mirando, sentado en una piedra y agarrando con fuerza su palo.

Me dice: Estos caminos te llevarán a muchos y a ningún lado. ¿Por qué me sigues? ¿Qué te he robado?.

Su voz suena fuerte, fuerte y claro, no parece viejo, no tanto. Me siento frene a él, creo que de verlo me he asustado. Guardo silencio mientras habla.

Has corrido a lo tonto, ahora pareces espantado. Lo que buscas no encontrarás en ningún sendero andado. Observa bien, muchacho: Ya llevas caminos pasados. En uno te sentaste, en otro estás cansado, en el tercero te caíste al suelo ¿Te animas a caminar el cuarto?

Permanezco en silencio, el sabio está hablando:

Tú buscas afuera y en otros adentros tus propios andamios. No seas terco, no busques tanto; que a veces de tanto buscar termina uno encontrando lo que no había buscado. No vaya a ser que usted también se pierda chamaco. Apenas ayer yo estaba perdido, hoy, Bendito Dios, me he encontrado. Ahora vuélvase a su casa, yo me voy a la mía caminando...


Moraleja: La vida no se trata de uno mismo, se trata de los demás. A los seres nativos de esta tierra les debemos tanto...

Mi novia Crayola

Tuve una novia gordita
estaba chula, hermosa
también divertía,
pero pasaba cosa chistosa:
Siempre olía a crayola.