miércoles, 7 de septiembre de 2011

"Sentado en una Banca" Prosa en tres actos.

Pensé en escribir sobre el agua. Las letras se ahogaban. Algunas se extendían, otras se dispersaban. Pensé en escribir sobre arena; las palabras se borraban con el viento, no se quedaban quietas. Pensé en escribir sobre tela: Tantas cosquillas le causaba que no me dejaba terminar nada. Pensé en escribir sobre papel, pero los árboles lloraban. Pensé en escribir en mi mente y los pensamientos todos volaban. Pensé en escribir en mi corazón pero sólo sangraba.

Entonces dormí y en mis sueños todas las letras, todas en palabras formadas ahí estaban.



Aquí el aire está caliente, como desde un horno ardiendo sopla. Es el suelo lo que lo calienta y causa el bochorno. Allá a lo lejos, el cielo se encapota como nocturno caballero.
Aquí la sombra se retrae hacia las nubes. Allá desde las nubes baja.

Aquí está la pluma. Allá está el alma...



El viento juega a pasar entre las palmas. Una brisa de último verano y primer otoño nos abrasa. ¡Oh gentil desierto de tierra blanca! Entre tus sombras la ancestral pisada de un ciervo color plata.
Voy andando eras con mis piernas cansadas, el temor se convirtió en miedo y lloré lunas pasadas. Vomito el dolor, el miedo, la irritación del alma; en un torbellino negro y rojo encuentro a la vieja serpiente cara a cara. Danzo su andar, ando su danza, canto con su lengua, río con el agua.
Me vuelvo en mis pies, detengo el tiempo y lo guardo en mi cajita de plata.
Regreso a la tierra blanca, a la sombra, a un lado de la sagrada biznaga. Escucho el cascabel de mi hermana que me llama. Vuela en el cielo el águila blanca.
Nunca pensé que así todo acabara...

1 comentario:

  1. Simplemente me encanta... Amo cuando me haces imaginar tantas cosas con las palabras.

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