miércoles, 27 de mayo de 2015

Verso en cuarto creciente (Silencio del espíritu II)

Hoy noté que no mentían
al decir que era la cigüeña
la que a los bebés traía.
Mientras te cuidaba
cerca del hospital volaban
blancas las plumas,
pura su alma,
día y noche volando
con los bebés en el pico llorando.
Tú llegaste desde el cielo
acarreado por una garza hermosa
con el pico enorme y dorado
y un rubí brillante en el pecho.

jueves, 21 de mayo de 2015

Silencio del espirítu I (Verso en cuarto creciente)

Tu filo me canta dulces canciones de cuna
para mi niño que duerme en la luna
mientras papá le canta notas afiladas
y mamá teje sus sueños a su lado sentada.

Silencio del espíritu de noche hablas...

viernes, 15 de mayo de 2015

Verso de insomnio: Vida triste

Entre el calor y el insomnio se consumieron mis horas nocturnas.
La luna de queso caminaba con tacones en la azotea
y sus pasos retumbaban como balas en mi cabeza.
Pensaba extrañas ideas llenas de cráneos y heridas abiertas,
mientras mis manos golpeaban la tierra.
En duermevela pase la mitad de la noche,
en vela la otra mitad, temprano ya casi dormía
y los golpes en la puerta me vinieron a despertar...
Ahora vago sin rumbo
y sin saber a dónde me dirigen los pies,
el camino no existe tal puedo ver,
si la vida es triste ¿Qué se le va a hacer?
Llantos derramados en la almohada o el camión
valen lo mismo que mil flores en un incendio,
de nada sirve ser bello en el infierno.
Horas nocturnas de diurnas cavilaciones,
cantos angelicales con voces de pesadilla
¡Sálvenme Arpías pasadas!
¡Sálvame Muerte impía!
Mi cerebro se derrite entre pensamientos viles
y el corazón cosido por las cicatrices late
cada vez más fuerte, más acompasado,
late y se niega a morir ahogado en sangre.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Verso de olvido o Verso de Sol calcinante

Aquí mis manos, allá tus ojos.
Perdido entre espinos y obsidiana
me marcho del páramo yermo.
Aquí mis palabras muertas en el viento,
cierro mis labios con hilos de acero,
no creas que tú eres la causa de mi dolor.
Allá estarás flotando en mil ensueños,
acá me sumiré en mis infiernos
y saldré arrastrando mil demonios
para dejarles que tomen el sol.
No creas que van en tu contra
no les interesa si tienes o no razón
ellos se mueren de tristeza en la desolación.
Mil velas no calientan tanto como el sol.

Aquí estoy, en mi desierto,
disfrutando el calor inhóspito
que a tantas almas ya mató;
Aquí estoy esperando a que ardan
los restos de este amor
que llegó flotando en la brisa nocturna
y al amanecer el sol lo inflamó.
Ave carroñera, de mal agüero,
tal como dijiste que soy,
espero a que todos se mueran,
celebro que se pudren bajo el sol.

Aquí detrás del muro negro que arde
con mortecino resplandor espectral
hundo una mano en mi pecho,
la herida comienza a sangrar.
Te he dejado tocar mi corazón,
lo arrancaste, lo desangraste
me dijiste que eso era amor.
Un corazón muerto ya no late
mi corazón muerto brillará como el sol
y quemará tu mano como el fuego
que una vez a mi ser envolvió.

Adiós Viridiana, nunca vuelvas...