jueves, 20 de octubre de 2011

Me habla...

La medecina me habla. No sé cómo expresarlo, pero me habla. Lo escucho en la flauta y el tambor, en el tronido del látigo de diablo que persigue a justos para tentarlos y a pecadores para castigarlos. Lo veo en la danza del minotauro, mitad hombre y mitad cartón pegado.
Me habla, hermanos, puedo decir que me grita. El abuelo pide mi presencia, me dice que me vaya a platicar con él. No sé cómo expresarlo, pero sé que me habla.

No lo oigo con mis orejas, no lo veo con mis ojos. Con el corazón, con las piernas, con los dedos, los brazos, con el pelo, le escucho y veo. Con las plantas, con las nubes, con el aire, con la tierra lo siento.

La medecina me habla, ya llegó y quiere platicar largo y tendido. Quiero ir con el abuelo, me quiero ir a caminar...

1 comentario:

  1. No desatiendas el llamado, él sabe por qué llama a las personas.

    Siempre, como siempre...

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