miércoles, 11 de enero de 2012

Es...

Es escuchando el Adagio y no el Bolero que recuerdo cómo es.

Noche de Ébano, de Roble viejo. Abrazo de luminaria hoguera que arde frente al Sol Etéreo.

Con los sonidos de las cuerdas tensadas del Adagio escuchado, es que es como es...

¡Fuego! ¡Labio que muerde, Mano que mata! ¡Oído que engaña, Ojo que atrapa! ¡Boca que abrasa!

Es escuchando al Adagio y no el Bolero que recuerdo por qué es.

Vientre Soleado, fértil tierra húmeda, gentil suspiro de la brisa. Amapola de Muerte y Deseo. Hiedra trepando por mis aparejos, Hiedra que inunda el Bosque  Negro.

Tormenta cálida de Invierno... Ojos de agua, labios de miel y fuego, danzarina fuente de diamantina paz.

Eternidad fermentada en cajitas de Pirúl.

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