miércoles, 28 de diciembre de 2016

Despedida espectral

Adiós pues Amada mía
mujer de ensueño.
Te vas, me voy
y es eterno, casi etéreo
sin más qué decir
pierdo el empeño
de enamorarte en sueños.
Y por la mañana
brillos de sol y nieve
reciben mi rojo terciopelo
luego de jugar con mi cabello.
Abro ventanas, puertas
todos tus retratos quemo,
te doy la despedida, fantasma
aunque pasen cinco,
diez o veinte años luego
no volverás de tu destierro.

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