Entonces la vida nos trajo de vuelta,
a cruzar los caminos, mujer bendita.
Mírame de nuevo, mírame bien:
Ya no estoy viejo como lo estuve ayer.
Me he repuesto de tu veneno, ahora.
Observa mis ojos nocturnos,
observa mi alma brillando.
Olvida ya el rencor y abrázame,
olvida el dolor, el pasado.
Abrázame y vete.
Olvídame, déjame ya con tu pasado
y vete sin tus pasos caminados.
Descansen tus pies en la tierra.
Me he repuesto de mi veneno, ahora.
Mírate de nuevo, mírate bien:
Ya no estás atada por mis cuerdas.
Observaré bien tus ojos, los veré de vuelta.
Veré tu alma nuevamente,
esta vez no te dañaré
tampoco te curaré.
La vida nos volvió a cruzar, muchacha.
La vida nos acerca y nos alarga.
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