miércoles, 27 de noviembre de 2013

El silencio.

Déjame explicarte con el silencio de estas letras
mi grito interminable que alimenta esta ofrenda.

Trazo a trazo dichos sean como rezos
los tantos y tan pecaminosos besos
que en mi alma sigo guardando muy dentro.

Sobre el papel resuena la caótica palabra,
onomatopeya de la pasión contenida.
Cruje como el cielo lleno de tormentas
que se precipitan contra la tierra.

Creciente enredadera que me asfixia,
me silencia e hipnotiza.
Silencio en mi boca, gritan mis letras
la llama vívida y roja de la erótica esperanza...

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