viernes, 29 de noviembre de 2013

Versos para recitar al oído.

Tu piel se derrite en mis caricias
y fluye como chocolate con miel y canela.
En tu boca reboza el néctar prohibido
de leche, de agave dulce y fermentado,
de oscuro deseo que alumbra mis besos.

Bebe de mí la gota del erotismo
y déjate embriagar por mis sentidos;
en una misma hora, en mismo espacio
fundamos tu tacto con mis caricias,
tus besos con mis labios,
tu húmeda agonía con mi cadencia eterna...

Permíteme gozar de tu mano la caricia ardiente
que inflama mi ánima y desemboca
las tormentosas aguas de mi pasión encarcelada.
¡Libérame de este encierro con tu calor!

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