El blanco de tus perlas hacía juego
con el vestido negro
y tu cabello de fuego.
Te imaginé con piel sedosa
seductora imagen fantasmal.
Tu sonrisa bailaba nerviosa.
En tus manos dormité
tan bello sueño de azul y naranja.
Despertaron viejas añoranzas...
Llegaste vestida de espectro
y me dijiste cómo invocarte,
ahora sólo me falta el espejo.
¿Si digo tu nombre tres veces te aparecerás?
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