martes, 26 de julio de 2011

Azul de Metileno



Azul de Metileno.

Ingredientes
1 Pluma de la cola de una paloma pinta macho.
El jugo de dos limones verdes sin semillas plantados en Acapulco.
1 kilo de tierra de hoja de Roble.
1/2 kilo de tierra blanca de desierto, cernida.
Agua.


Preparación
Mezcle las tierras y espárzalas en dos metros cuadrados de piso firme. Tome el agua y comience a crear un arcoíris sobre esa tierra. Cuando el arcoíris llore de color verde, mojar la pluma con el jugo de los limones y aventarla hacia el arcoíris con la punta como dardo. El movimiento debe ser pronto y preciso para matar de un golpe al arcoíris y sangre en color Azul de Metileno. Cualquier variación o vacilación puede dar como resultado un azul cielo o un azul marino que se descomponen rápidamente y apestan. El azul de metileno saldrá de la base del arcoíris en forma de cristales. Se los puede tomar con la mano.
Se recomienda guardar los cristales en una bolsa de cuero con Sulfuro para que se conserven brillantes y frescos.

El Azul de Metileno mezclado con plumones del pecho de un canario dan vida al vuelo del Guacamayo, si se añaden dos granos de arroz nacerá la paloma blanca. Se puede emplear también para crear cuervos, colibríes y búhos mezclando diamantes, fresas o nueces, respectivamente.

Si se mezcla con fuego, el Azul de Metileno es buen remedio para los dolores artríticos de las esposas recién casadas. Con hielo, cura la melancolía del alcohólico. Si se fuma, crea hermosas formas de tonos de azul muy variados y brillantes. Si se comen los cristales sin respeto, cortan la lengua y las mejillas; con respeto, dejan los dientes brillando de blancos. Se les puede preparar en infusión para curar los soplos del corazón, que vienen de un suspiro muy hondo que es rechazado con desprecio.

Los cristales de Azul de Metileno no deben destruirse con maldad, pues se enojan fácilmente y se disuelven para crear una burbuja que explota en los ojos quemándolos y pintándolos dando paso a la ceguera azul.

1 comentario:

  1. Cosas tan bellas maltratadas y no respetadas...
    Ah, ¿qué sería de nosotros si no requiriéramos recetas para vivir? ¿Si sólo viviéramos en paz?

    Sueños, sólo sueños...

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