sábado, 9 de julio de 2011

Tiempo eterno

Todo el tiempo es la misma poesía,
la misma música, la misma bebida,
la misma yerba.

Todo el tiempo es el mismo verso,
iconificado hasta el hartazgo,
identificado con el pensamiento.

Simplificado aliento sin paz
como el aburrimiento otoñal.

No te marchas arrastrando gemidos,
te sientas a esperarlos.
Abandona, te ruego, este piso.

El mismo dibujo deslavado
las mismas notas
el mismo ritmo
Ya no quiero lo mismo...

Acaso debo soportarlo siempre.
Aunque no se me da la gana.

La quietud me abarca con sus sedas;
aquí, en medio de la lluvia,
¿qué puede salir mal?

Deseo despertar como antaño,
con calores entrando por mi ventana
y vientos matutinos fragantes.

Deseo el esplendor de la flor,
el brillo de la brizna de verde,
de tu sombra me embriago, árbol hermano.

Quiero noches de ardientes estrellas
que me arropen con sus cocuyos.
El frío ya ha durado suficiente.

De nuevo, a soportar lo mismo.

El mismo dibujo deslavado,
las mismas notas,
el mismo ritmo de simple aliento
otoñal.

Todo el tiempo es el mismo verso
cristalizado hasta el absurdo,
apareado con los pensamientos.
Todo es lo mismo:
La misma poesía
la misma música
la misma bebida
la misma yerba...

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