Es el alma del poeta
un alma atormentada
por la envidia ajena.
Mentira apenas esbozada
y el alma lírica
ya se sufre y se apena.
Tienen los poetas
una alma mentirosa
que gusta de crear tristezas
y sonrisas escabrosas.
Aman a la mujer musa
y la engañan de mil formas,
abusan de su presencia adusta
hasta que al alma colman.
Esos mentados poetas
son seres deleznables
que apuntan sus escopetas
para matar lo amable...
Esos últimos versos están milimétricos, Man.
ResponderEliminarChidísimos.
Gracias por tu comentario, Capitán.
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