jueves, 13 de noviembre de 2014

Dentro del Laberinto II

Sonidos sordos y luces manchadas de sombras. El canto del viento sagrado, emotivo, no se distingue, las gargantas cantan muy bajo. El sol reluce en lo alto y las voces elevan su volumen, noto su angélico canto que inunda mi corazón disuelto dentro de la bestia y vibran los restos de mi cuerpo... Desperté de nuevo viendo a través de los ojos de la cosa sin forma. No sé si fue de inmediato o tardé milenios antes de despertar. El laberinto tiene paredes de cristal, ahora todo es horizonte límpido lleno de obstáculos invisibles; veo con los ojos de la bestia y ahora entiendo por qué siempre me encontraba, también entiendo por qué no había barreras para mis ojos. Entonces todo se vuelve oscuro, luego negro, como en el fondo de una mina o en las más profundas cavernas de una fosa abisal pero sigo viendo todo alrededor y me dejo guiar por un cuerpo informe de espesa negrura que no se mueve de donde yace como estancado. Viene un zumbido, primero lejano, como de una sirena que aúlla antes de que caiga el bombardeo, se acerca y se asemeja cada vez más al grito desgarrador de una mujer llorando, plañendo su garganta como órgano magistral de una iglesia derruida y húmeda, grita al pasar por encima. Comienzo a olvidar... No recuerdo quiénes fueron mis padres y hermanos; el grito gira y desciende a mi lado y se calla, los rostros de mis amigos se desvanecen, olvido quién fue mi esposa, mis hijos... Yo mismo me olvido a mí. Ahora soy bestia, oscuridad, deseo desbocado, muerte sin límites. Se levanta el grito vuelto lamento y es atraído hacia mí, lo absorbo y tengo voz: El que quiera entender, que entienda. Muevo la informe masa de mi cuerpo, me extiendo e infecto la tierra, las paredes del laberinto se estremecen y caen. En la lejanía está ella de pie pero ¿Quién es ella? No la recuerdo, no la distingo, me acerco pasando por encima de cristales que rasgan mi piel ¿Quién es ella? Es luminosa como el sol que alumbra el medio día ¿Quién es ella? Su rostro se ve triste pero sonríe ¿Quién ella? Es hermosa. Hipnotizado la observo de cerca, no la recuerdo y la voz se vuelve lamento, no la conozco y la masa sin forma se estremece. Se sale el grito y volvió a volar, ella da media vuelta, comienza a marcharse. Sin poderle hablar, sin poder correr, desespero, la bestia se revuelve.

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