Esa mujer blanca me intriga...
Durante el sueño escuché claramente esos pasos livianos y el sonido metálico tan característico de la andadera, no podría equivocarme luego de años de escuchar el mismo ruido en la noche callada. Lo diferente esta vez es que no encontraba a nadie caminando cada vez que abría los ojos, los pasos simplemente iban y venían como con voluntad propia; escuchaba murmullos cerca de mí y las mujeres seguían disputando lo inalcanzable.
Esa noche tú estabas muy inquieta y tu respiración era irregular y forzada ¿Qué te sucedía, mujer? Intentaba acercarme a ti pero no podía moverme, no debía moverme. Algo me advertía que de hacerlo, la mujer de piel blanca y lisa sabría dónde estaba y me arrancaría los brazos... Pasó cerca de mi cabeza, pude escuchar los pasos dentro de mi cabeza, sin duda me buscaba sin descanso. Tal vez me están buscando a mí, tal vez soy una víctima más, alimento para brujas.
¡Tengo miedo! Nunca me había sentido amenazado de esa forma tan continua, tan penetrante y fría; he leído nuevamente los viejos manuales para exorcizar brujas que he encontrado en la red, en bibliotecas, en todos lados donde los he encontrado y ninguno me hace sentir más protegido.
¿Cómo puedo pelear en contra de algo que ni siquiera sé si es real o imaginario?
No obstante, tengo que hacer algo
y pronto...
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