miércoles, 11 de julio de 2012

Muñeca Noctámbula IV

Vino a mi memoria nuevamente el sueño del pasillo y las dos mujeres. Escuché que ambas se reclamaban algo como propio pero que no lo podían conseguir... ¿Qué podrían buscar?

Esa mujer blanca me intriga...


Durante el sueño escuché claramente esos pasos livianos y el sonido metálico tan característico de la andadera, no podría equivocarme luego de años de escuchar el mismo ruido en la noche callada. Lo diferente esta vez es que no encontraba a nadie caminando cada vez que abría los ojos, los pasos simplemente iban y venían como con voluntad propia; escuchaba murmullos cerca de mí y las mujeres seguían disputando lo inalcanzable.


Esa noche tú estabas muy inquieta y tu respiración era irregular y forzada ¿Qué te sucedía, mujer? Intentaba acercarme a ti pero no podía moverme, no debía moverme. Algo me advertía que de hacerlo, la mujer de piel blanca y lisa sabría dónde estaba y me arrancaría los brazos... Pasó cerca de mi cabeza, pude escuchar los pasos dentro de mi cabeza, sin duda me buscaba sin descanso. Tal vez me están buscando a mí, tal vez soy una víctima más, alimento para brujas.


¡Tengo miedo! Nunca me había sentido amenazado de esa forma tan continua, tan penetrante y fría; he leído nuevamente los viejos manuales para exorcizar brujas que he encontrado en la red, en bibliotecas, en todos lados donde los he encontrado y ninguno me hace sentir más protegido.
¿Cómo puedo pelear en contra de algo que ni siquiera sé si es real o imaginario?

No obstante, tengo que hacer algo
y pronto...

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