jueves, 12 de julio de 2012

Onírico Perfume

Mi cama huele a ti,
mi amada, te extraño.

Aún percibo tu dulce aroma
que enciende mi ánimo
y me consume en un fuego abrasador.

Huelo tu perfume, tan íntimo,
flotando en la recámara,
cayendo en mi piel
deseosa de tu recuerdo.

Mi almohada guardó
un instante de tu ser
que me entregó al dormir.
Volverá tu cabello a adornar mi lecho.

En mis manos mantendré tu caricia
que dejas en mi ser.
Pronto nos volveremos a ver...

2 comentarios:

  1. Gracias por esas hermosas palabras. La distancia, aunque necesaria, no deja de pegar para ambos...
    Pronto, muy pronto nos volveremos a ver... hoy te visité en sueños, cumpliendo un poco mi costumbre de despertar en la madrugada para verte dormir...

    ResponderEliminar
  2. Es algo recurrente, que no podemos abandonar, Kaban. Nuestras costumbres son siempre satisfechas por mera voluntad.

    No hacen falta más palabras. Todas están ya escritas.

    ResponderEliminar