¿Quién se acerca al faro?
¿Quién le visita?
Siempre erecto ahí,
a la orilla del fin del mundo
viendo a los que llegan
viendo a los que se van
viendo a la ciudad
atardecer y anochecer
durmiendo el dulce sueño
por las olas arrullado.
Amanecer envuelto en brisa.
Pero nadie le visita
y se conforma con arrojar
su luminoso rayo al mar
como siempre ha hecho,
triste, como siempre hará
¡Oh triste Faro marino!
¡Cruel, inamovible destino!
Siempre de pie y con fastidio
guías a todos, amigos y enemigos
y nadie voltea a verte
nadie agradece tu servicio.
Si no alumbras, eres siniestro,
si alumbras, es por obligación
para eso fuiste hecho...
No hay comentarios:
Publicar un comentario